El plano del Metro de Londres

Prácticamente todas las ciudades que tienen red de Metro hacen de esta uno de sus iconos. En unos casos, como el de la red bilbaína, por el diseño de sus accesos; en otros, como el de Lisboa, por el individualizado diseño interior de sus estaciones. En el caso del Metro londinense, uno de sus señas de identidad más destacadas es su plano, que se ha convertido en un símbolo del diseño de principios del siglo XX.
Fue un diseño muy novedoso en su época y su influencia se puede ver en casi todos los diagramas de sistemas de transporte del mundo. Entre sus hallazgos, el saltarse las convenciones geográficas y de escala para representar las estaciones en forma de diagrama, con líneas verticales, horizontales y en ángulos de 45º. Su autor, Henry C. Beck, decidió ampliar la almendra central, en la que la cantidad de estaciones y sus interconexiones convertían la zona en una maraña de líneas indescifrables, y obvió las distancias reales entre las estaciones para obtener proporciones más claras visualmente. El resultado final fue un plano de legibilidad casi inmejorable y que no sólo ha sobrevivido al tiempo, las ampliaciones de la red y los intentos de cambiarlo, sino que se ha convertido en uno más de los símbolos más conocidos de la ciudad.
A través de creattica daily he llegado hasta este documental de la BBC sobre el diseño y la historia de este histórico plano (sin subtítulos pero en inglés "made in BBC", el que esté interesado, merece la pena el esfuerzo de seguirlo).
Para los que vivimos en Madrid es interesante comprobar como el pasar de una representación casi geográfica (aunque falseada en las escalas) a otra más del estilo del "Tube" londinense, no siempre da buenos resultados. Será por la familiaridad de los madrileños con su viejo plano de metro (que aún está presente en las estaciones, los trenes e incluso la web de Metro) o porque renunciar a cualquier tipo de línea que no sea horizontal o vertical, especialmente en un plano tan complejo (línea circular incluida), es llevar las cosas un poco demasiado lejos y obliga a demasiados compromisos y deformaciones, pero el nuevo plano del Metro de Madrid no acaba de cuajar entre los usuarios. El tiempo dirá.