He tenido el dudoso placer de ver apenas cinco minutos esta noche de un supuesto programa informativo de RTVE sobre el reciente accidente aéreo en Barajas. Es difícil superar el nivel de patetismo, miseria, falta de decencia o de respeto por las víctimas que se está demostrando en todos los medios pero mucho me temo que RTVE, medio público y cuyos fondos mayormente salen de nuestros impuestos, está superando mis peores espectativas. El acoso a las familias de las víctimas, la búsqueda del más mínimo resquicio de morbo, muy al margen de cualquier búsqueda de información, la interpretación (no se puede llamar de otra forma) de los supuestos periodistas en nómina de este medio, hablando de su miedo a volar poco después de haber acosado a un familiar de una víctima, no tiene nombre. Estas circunstancias son las que a uno le recuerdan en lo que se ha convertido el periodismo en este país. ¿Tenéis una tele a mano? ¿Están dando un informativo? Apagadla o vomitad. ¿Qué otra opción tenemos?
22.8.08
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3 comentarios:
Cuánta razón tienes lechón. Es muy triste que la tv pública, la que pagamos todos, se haya convertido en el mismo estercolero que las teles privadas. Si estas quieren llenar su casa de mierda, me parece bien. cada uno enferma de lo que quiere o de lo que puede, pero cuando me levanta hacienda todos los años una pasta y parte de ella va destinada a llenar de mierda mi casa, la cosa cambia. Es la tele de todos y si a la mayoría le gusta la mierda, a unos pocos no y la tele pública debe respetar a las minorías y al buen gusto. O al menos debería.
Me re-engancho al debate diciendo dos cosas;
La primera de ella, hace referencia a las televisiones, y es que da igual que sean públicas o privadas puesto que los años en los que la tele pública se hacía para el pueblo y cuyos contenidos tenían entre sus máximas la de informar y formar ya quedaron muy atrás.
Lamentablemente, todas las televisiones están sumidas hoy en una guerra por las audiencias que no tengo muy claro donde nos va a llevar pero que, sin duda, está dando productos televisivos de pésima calidad y dudoso gusto.
La segunda cosa que quiero reflejar en este blog es que el verdadero problema, desde mi punto de vista, no es que las televisiones programen mierda, sino que el público carezca de un sentido crítico que les permita identificarla y rechazarla de la manera que sería deseable. De esta manera, los que dirigen los canales se darían cuenta de sus errores y los subsanasen a modo de programas de interés real, que aporten algo más que puro morbo (que por otra parte, es un recurso demasiado fácil).
Los periodistas, poca culpa tienen de todo esto, llevados por la necesidad de buscarse la vida a ser mercenarios de la basura, tal como les demandan sus superiores.
Bueno, me acabo de dar cuenta que he soltado una parrafada de narices, pero tenía que decirlo.
Partimos de que las cadenas de televisión programan lo que creen que les dará mayor audiencia así que la primera responsabilidad reside en los televidentes. También es cierto que, una vez que todas las cadenas dan la misma bazofia y ninguna se atreve a programar algo diferente, es difícil destinguir el gusto del espectador de la inercia del programador (cierto es que hay canales de pago especializados que ofrecen contenidos mejores y la gente no corre despavorida hacia ellos, pero ese es otro tema).
La diferencia entre una televisión pública y una privada es que la pública debería poder permitirse el lujo de no guiarse únicamente por los índices de audiencia y dar unos contenidos donde la ética profesional tenga más peso. Ya sabemos que no es así, pero debería.
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