26.2.08

Dejen salir antes de entrar

La mayor parte de los usuarios de cercanías, metro y demás sistemas de transporte en los que la gente sube y baja en manada (y no siempre en orden) son conscientes de que tratar de entrar mientras otros salen o ponerse en medio de la puerta para entrar el primero no optimiza ni el funcionamiento del sistema ni el humor de los usuarios. Aún así, los hay que necesitan más pistas para comportarse como si tuvieran sentido común o educación.
En Madrid nos conformamos con poner pegatinas con el viejo mensaje "dejen salir antes de entrar". En otras ciudades, como Londres (desconozco si con mayores problemas con esto del flujo de usuarios dentro/fuera de los vagones), están probando un sistema de signos pintados en el suelo para disuadir a los usuarios de bloquear la salida de los sufridos viajeros que quieren abandonar el vagón.
Por lo visto hay dos alternativas, flechas que marcan la dirección del flujo de viajeros o unas grandes marcas amarillas al estilo de las que se pintan en las carreteras para marcar cruces que no deben bloquearse por el tráfico. La segunda parece más visible y lo suficientemente intuitiva, mientras que las flechas parecen un poco leves como para disuadir a gente que ya de por sí no siente afectada por las reglas de la lógica y la educación.
Probablemente ninguno de los dos sistemas sea suficiente por si mismo. Estoy pensando que, para esa gente desconsiderada, quizás el único recurso sea provocarles cierta vergüenza recordándoles lo impresentable de su actitud con campañas y mensajes por megafonía. El resto de viajeros podemos ser demasiado educados como para decirle a alguien que se está comportando como un capullo pero, ¿quién espera delicadeza por parte de la megafonía del metro?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como usuario que se beneficia del maravilloso mundo subterráneo y sus medios de locomoción, debo decirle que me sorprende enormemente que esos bretones que toman el té de las cinco tengan que recurrir a signos de diversa índole para hacer respetar las mínimas normas de civismo y educación. Yo los traería una temporada al metro de Madrid para que se les cayese la cara de vergüenza al volver a su lluvioso país. Le envío el presente post en defensa del civismo y educación del que se hace gala en el metro de marras. Al principio necesario del dejen salir antes de entrar, hay que sumarle la gratitud que se siente hacia individuos perfectamente aseados. En este lugar donde un 80% de los usuarios del mismo descansan con los brazos en alto -sujetos a una barra de metal que rezuma fragancias florales- me parece de una generosidad inigualable, que sus usuarios malgasten 15 minutos de su vida todos los días para mantenerse limpio. Todo ello no hace sino creer que la civilización definitivamente a superado su complejo mandril; ha saltado de los árboles para caer en un cuarto de baño con jabón. El metro de Madrid es la prueba de que en España gozamos de una sociedad avanzada a nuestro tiempo, ávida de buenos modales y díscola de los malos usos que se gastan en la gran bretaña.
Junto con Tokio, posiblemente sea el metro más cívico del mundo occidental. Todos conocen las virtudes del metro en los países en vías de desarrollo y subdesarrollados, por lo que estimo que no es preciso extenderme mucho más. Espero que le haya servido de ayuda y ¡¡¡feliz viaje!!!